El presidente de Rusia, Vladimir Putin, y el líder de Corea del Norte, Kim Jong-un, firmaron ayer el Acuerdo Integral de Asociación Estratégica, que contempla un compromiso de «asistencia mutua en caso de agresión contra una de las partes», según explicó Putin a medios locales de su país.
La agencia de noticias rusa Tass aseguró que el pacto sustituirá a los acuerdos firmados en 1961, 2000 y 2001 por ambos países. En este sentido, el convenio abarcaría las esferas política, comercial, de inversión, cultural y también la de seguridad.
La firma del acuerdo se dio en medio de la primera visita del líder ruso a Corea del Norte en 24 años, la cual habría tenido entre sus objetivos la facilitación de armas a Rusia para continuar con la guerra en Ucrania, según mencionó el politólogo y aliado de Putin, Sergei Markov.
Durante la visita de Putin, Kim Jong-Un declaró que la relación entre Corea del Norte y Rusia ahora se eleva a un «nuevo nivel de alianza» y que el tratado acelerará la creación de un “mundo multipolar” donde ningún país dominante pueda ejercer un poder hegemónico.
Para el exembajador de EE. UU. en Rusia y director del Instituto Freeman Spogli de Estudios Internacionales de la Universidad de Stanford, Michael McFaul, la nueva alianza entre ambos líderes significa que Putin “ha decidido que somos el enemigo, que el orden internacional liberal que ancla Estados Unidos se ha terminado, y quiere ver su destrucción”, comentó al medio The New York Times.
Tras la firma del convenio entre ambos países, el portavoz del Ministerio de Exteriores surcoreano, Lim Soo Suk, subrayó que Corea del Sur “responderá firmemente a cualquier acción que amenace nuestra seguridad trabajando con la comunidad internacional, incluidos aliados y naciones amigas”. Asimismo, el vocero condenó que Rusia y Corea del Norte “hayan firmado un tratado de asociación estratégica integral y hayan mencionado abiertamente la cooperación militar-tecnológica, lo que viola directamente las resoluciones del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas”.