Nawrocki, apoyado por el partido conservador Ley y Justicia (PiS), afirmó que con su triunfo buscará “salvar Polonia” y no “permitir que (el primer ministro) Donald Tusk gobierne mal”.
Se espera que Nawrocki utilice su poder de veto presidencial para bloquear reformas judiciales y sociales impulsadas por el gobierno saliente. Además, su postura euroescéptica y nacionalista podría tensar las relaciones de Polonia con la Unión Europea y otros países occidentales.
Con más de 21 millones de votos válidos emitidos y la participación del 71,63%, la diferencia entre ambos candidatos fue de 369.452 votos, según datos de la Comisión Nacional Electoral recogidos por la emisora pública polaca, Polskie Radio.