Tras casi cuatro décadas al mando de la icónica revista Vogue, la influyente editora dejará su cargo. Marcando así, un antes y un después en el periodismo de moda.

La noticia fue confirmada por el medio WWD, lo que pone fin a una era en la que Wintour no solo transformó la publicación, sino que además se convirtió en una figura de poder en la industria. Sin embargo, seguirá vinculada a la empresa como directora global de contenido.

La salida de Wintour como editora del puesto más emblemático de la moda abre una nueva etapa para Vogue y para el periodismo.

Anna Wintour asumió el cargo en 1988 y desde entonces transformó el concepto de portada, impulsó carreras de diseñadores emergentes y convirtió a Vogue en una plataforma de influencia que va más allá de la moda, abarcando temas como política, cultura y activismo.

Ahora, Condé Nast (la editorial de revistas internacional) ha dado inicio a la búsqueda de su nuevo sucesor o sucesora, esto dado en un contexto donde el legado de Wintour será tanto de inspiración como un reto para quien tome su antiguo puesto.

Vogue fue transformado bajo la dirección de Wintour. La revista pasó de ser una publicación de moda tradicional a convertirse en un fenómeno cultural. Fue pionera en llevar a muchas celebridades del cine, música y política a la portada, rompiendo así convirtió la normativa de que aparezcan exclusivamente modelos.

Su apuesta en distintas figuras trajo consigo tanto admiración como controversia, pero siempre mantuvo a Vogue en el centro del ojo público. Además, fue una firme defensora del talento emergente. Diseñadores encontraron en ella una aliada clave para sus inicios. Su influencia se extendió al mundo del arte y del cine, siendo una fuerza detrás de distintos eventos, como por ejemplo, La Gala del Met, que bajo su dirección se convirtió en el evento de moda más importante e influyente en el mundo.

Con un legado indiscutible, Wintour también ha sido objeto de críticas. En los últimos años ha enfrentado cuestionamientos sobre la falta de diversidad en la revista Vogue y en su equipo editorial, lo que llevó a la editorial a replantearse su estrategia de inclusión.