La coalición de izquierda Nuevo Frente Popular (NFP) triunfó en la segunda vuelta de las elecciones legislativas en Francia, donde alcanzaron una mayoría relativa con 182 escaños. El NFP superó a la alianza oficialista del presidente Emmanuel Macron -que quedó en segundo lugar- y a la extrema derecha representada por la Agrupación Nacional (RN) y Marine Le Pen.
Así, a pesar de que los sondeos previos a las votaciones mostraban una ventaja para el partido de extrema derecha -que había triunfado en la primera vuelta con el 33% de los votos-, este finalmente quedó en la tercera posición respecto a los representantes que tendrá en la Asamblea Nacional, con 143 escaños de los 577 posibles.
Desde el NFP -conformado por La Francia Insumisa (LFI), el Partido Socialista (PS), el Partido Ecologista y el Partido Comunista (PCF)- celebraron la victoria en una de las elecciones con la mayor participación en décadas (67%) y su líder, Jean-Luc Mélenchon, llamó al presidente Macron a nombrar a un primer ministro perteneciente a la coalición. Sin embargo aquello está por verse, pues ninguna de las fuerzas políticas logró la mayoría absoluta en la Asamblea Nacional (289 escaños) necesaria para este fin.
En este sentido, una hora después del cierre de urna, la Presidencia francesa emitió un comunicado en el que asegura que Macron está analizando los datos de la jornada y que aguardará a que se consolide la estructura del nuevo Parlamento antes de tomar decisiones.
Aquello es debido a que la coalición centrista Juntos Por La República del presidente Macron perdió la mayoría que poseía en la conformación anterior de la Asamblea Nacional, donde acumulaba 250 escaños. Ahora, con 168 diputados representantes, Macron deberá formar una nueva alianza que le permita gobernar de manera óptima los tres años de mandato que le quedan.
Sin embargo, el secretario general del Partido Socialista, Olivier Faure, ya advirtió que el NFP no aceptará “ninguna coalición de opuestos”. Asimismo, desde el partido de derecha Los Republicanos -que obtuvo 45 diputados más 15 independientes que podrían apoyarlos- aún no han decidido si estarían dispuestos a participar de una coalición para gobernar.
Debido a esto, la líder ultraderechista Marine Le Pen advirtió que la situación del presidente es “insostenible” y que la victoria de su partido “solamente se retrasa”. Siguiendo sus declaraciones, el actual presidente de RN, Jordan Bardella, criticó la “alianza deshonesta” de la izquierda y destacó que estas agrupaciones «lanzaron a Francia a los brazos de la extrema izquierda de Jean-Luc Mélenchon”.
A pesar de la incertidumbre política del país, miles de manifestantes salieron a la calle para celebrar el triunfo del NFP y la derrota del partido de ultraderecha. Las manifestaciones se concentraron en las ciudades de París -en la plaza de La República-, Lyon, Rennes, Lille y Nantes, siendo todas ellas finalmente disipadas por la policía francesa.