El bombardeo israelí se dirigió al líder de la brigada de Khan Younis, Rafah Salameh y a Mohamed Deif, jefe de la rama armada de Hamás, quienes se encontraban en la zona Al Mawasi este sábado. El ataque aéreo afectó a un campamento donde se refugiaban personas desplazadas, dejando cerca de noventa muertos.

El Ejército de Israel ha confirmado la muerte de Salameh a raíz al ataque aéreo, quien era uno de los colaboradores más cercanos de Deif y autor intelectual del ataque del 7 de octubre.

A pesar de que los comunicados informaron que Deif se encontraba en el lugar de los bombardeos, el primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, comentó que no hay “claridad absoluta” sobre si fue asesinado o no en el ataque. Dief es considerado como la figura de mayor rango de Hamás en Gaza, después de su líder en ese lugar, Yahya Sinwar.

Dicha ofensiva aérea afectó a una zona que Israel había designado como humanitaria. Según el Ministerio de Salud de la Franja de Gaza, 92 personas murieron, siendo mujeres y niños la mitad de los muertos. Además, cerca de trescientas personas resultaron heridas.

Por su parte, Hamás aseguró en un comunicado que las “acusaciones de Israel sobre atacar a líderes son falsas” y que son “simplemente para encubrir la escala de la horrible masacre”.

El Ejército del país atacante justificó el ataque ocurrido, comentando que el bombardeo fue preciso, y que se produjo en un complejo de Hamás ubicado en “un área abierta rodeada de árboles, varios edificios y cobertizos”, y no en las tiendas de campaña de Mawasi, donde residen cientos de miles de desplazados.

De acuerdo con los funcionarios de Israel, Deif fue atacado mientras estaba en la superficie, después de abandonar la red de túneles de Hamás bajo Gaza y que gracias a la eliminación de Salameh se “obstaculizan significativamente las capacidades militares de Hamás”.