El primer ministro de Etiopía, Abiy Ahmed, corre el riesgo de provocar otro conflicto en el cuerno de África en su intento de conseguir un puerto en el Golfo de Adén, una de las rutas marítimas más transitadas del mundo.
Etiopía perdió su acceso al mar cuando Eritrea se independizó en 1993. Como resultado, el primer ministro de Etiopía firmó en año nuevo un acuerdo con la autoproclamada república de Somalilandia para arrendar una sección de 20 kilómetros de su costa durante 50 años con el fin de establecer una base naval.
A pesar de ser un aliado clave de Somalia en su lucha contra los militantes vinculados a Al Qaeda, este acuerdo marítimo y terrestre implica el reconocimiento oficial a la república separatista de hace más de 30 años. Por ende, el primer ministro de Somalia, Hamza Abdi Barre, consideró al acto como «agresión» e insistió en que no se cederá hasta que Etiopía reconozca su soberanía sobre Somalilandia.
En respuesta, Somalia se alió con Egipto, rival de Etiopía por la Gran Presa del Renacimiento construida en el río Nilo, puesto que es considerada como una amenaza a su seguridad hídrica y alimentaria.
Ambos países firmaron el 14 de agosto un pacto de defensa y un protocolo de cooperación militar con el que reiteraron su compromiso de fortalecer los vínculos bilaterales y consolidar la seguridad regional.
En consecuencia, las tensiones aumentaron esta semana con la llegada de dos aviones militares egipcios C-130 a la capital de Somalia, Mogadiscio, lo que marcó el comienzo del acuerdo firmado a principios de agosto durante una visita de Estado del presidente somalí a El Cairo.
Adicionalmente, se anunció que las tropas etíopes no formarán parte de la misión de la Unión Africana a partir de enero próximo.
Asimismo, el primer ministro de Somalia exige que Etiopía retire a miles de soldados estacionados en su territorio bajo acuerdos bilaterales separados, a menos que abandone su acuerdo portuario con Somalilandia.
El conflicto podría escalar si las tropas de ambos países se encuentran en la frontera con Somalia, lo que podría desestabilizar aún más la región.
Yibuti, que comparte frontera con Etiopía y Somalilandia, podría desempeñar un papel mediador. Con el fin de aliviar las tensiones diplomáticas el gobierno de Yibuti ofreció acceso marítimo en su territorio. El pasado viernes el ministro de Exteriores, Mahamoud Ali Yusuf, señaló que el puerto se encontraría en el norte del país a través de un corredor en Tadjoura.