Hombre es acusado de drogar a su esposa para que 72 sujetos abusaran de ella

Foto por Benoît Peyruck, AFP
Un hombre de 71 años, será juzgado a lo largo de cuatro meses en Francia por permitir que su cónyuge fuera violada, mientras se encontraba drogada, por hombres que contactó a través de internet, quienes también se encuentran en proceso judicial por las presuntas violaciones. 

Un hombre de 71 años será juzgado en Francia, esto, después de drogar a su esposa para luego ser violada por individuos que contactó a través de internet, quienes también se encuentran en proceso judicial por las presuntas violaciones. 

La víctima, una mujer de 72 años, llegó a la Corte el pasado 2 de septiembre acompañada de sus tres hijos, aún tras ser cuestionada, no quiso un juicio a puerta cerrada ya que «eso es lo que sus agresores habrían querido». 

Eran bomberos, periodistas, artesanos, jubilados, repartidores, guardias de prisiones; 51 hombres sin historial criminal que pasarán 69 días en audiencia, en la ciudad de Aviñón, tras convertirse en abusadores y violadores. Las edades varían de entre 28 a 74 años y hasta el 20 de diciembre serán juzgados porque aceptaron una propuesta para abusar de una mujer, invitados por “Dominique P”, esposo de la misma. 

Dominique P., anonimato utilizado para resguardar la privacidad de la familia del acusado, drogó al punto de inducir un estado comatoso mediante el uso de Temesta, un potente tranquilizador utilizado para reducir la ansiedad. Todo esto sin que ésta supiera; justo así que se llamaba la sala de chat en “Coco.fr”, una página de citas. En “Sin que ella lo sepa”, Dominique P. escribió “tu eres como yo, te gusta modo violación”, a un hombre luego de que hicieran contacto con él en la sala de chat, el cual fue cerrado en junio al ser relacionado a otros casos criminales. 

Fue el 12 de septiembre del 2020, cuando Dominique P., un hombre ya jubilado, fue detenido en un supermercado en la ciudad de Carpentras, Francia, por estar filmando bajo las faldas de varias clientas en los pasillos, usando un teléfono sujeto a un bolso. En ese entonces el sujeto lo había calificado como “un impulso” mientras su esposa estaba cuidando a sus nietos. 

Al continuar con la investigación, los detectives incautaron un computador que contenía una carpeta llamada “abusos”. Eran más de 20 mil las fotos y videos, catalogados por fecha, nombre, sobrenombre y títulos pornográficos, todo evidencia de los abusos que habían comenzado hace casi una década, con la mujer visiblemente inconsciente y mayoritariamente en posición fetal.

La policía contabilizó 92 violaciones por un total de 72 hombres, pero solo 51 han sido identificados. Algunos estaban solteros, otros casados o divorciados, e incluso algunos eran “hombres de familia”. La mayoría participo solo una vez, algunos volvieron hasta seis veces para repetir los hechos.

El juez, Roger Arata, anunció que todas las audiencias serán públicas, concediendo el deseo a la víctima. No obstante, el juicio será “una terrible experiencia”, declaró una de sus abogadas, Antoine Camus. “Por primera vez, ella tendrá que vivir las violaciones que sufrió por más de diez años”, declaró Camus, dado que la víctima “no tiene recuerdos” de lo sucedido tras descubrirlo tan sólo el 2020. 

Las violaciones comenzaron en el 2011, cuando la pareja aún vivía cerca de París y continuó luego de que se mudaran a Mazan, una pequeña localidad de aproximadamente 6 mil habitantes. El esposo tomó parte de las violaciones, las grababa e incluso, según los investigadores, animó a los otros hombres a usar lenguaje degradante. 

En ningún momento hubo intercambio de dinero

Algunos de los 51 hombres han declarado que pensaban que simplemente estaban “ayudando a una pareja liberal a vivir sus fantasías”, Dominique P., sin embargo declaró que todos estaban al tanto que su esposa se encontraba drogada sin que ella supiera. Solamente tres hombres se fueron rápidamente de la escena, mientras que el resto todos se quedaron a realizar actos sexuales. 

Un medio experto declaró que el estado de la mujer “estaba más cercano a una coma que a un sueño” tras las grandes cantidades de drogas en su sistema. 

Dominique P. ya había sido condenado en 1991 por asesinato y violación, hechos que niega, además de intento de violación en 1999, lo cual admitió después de una prueba de ADN.

Expertos han dicho que el hombre no parece estar enfermo mentalmente, pero sí que él tiene una necesidad de sentirse “todo poderoso” sobre el cuerpo femenino.