Tres periodistas libaneses murieron este viernes como consecuencia de un ataque israelí contra un recinto de hospedaje de periodistas en la ciudad libanesa de Hasbaya, ubicada entre ocho y dieciséis kilómetros de la frontera entre el Líbano e Israel.
Según testigos, el ataque se efectuó con aviones a las 3:00 am aproximadamente de este viernes en un recinto en donde se alojaban 18 periodistas de al menos siete medios de comunicación como Sky News Arabia, Al-Manar, Al-Mayadeen, Al-Jadeed, entre otros. Esta información es conocida tanto por Hezbolá como por Israel, por tanto no se descarta un ataque intencionado.
El ataque israelí dejó un total de tres periodistas muertos y tres heridos. Las víctimas fatales del atentado son el fotógrafo de Al-Manar, Wissam Mahmoud Qassen, quien tenía 38 años, estaba casado y tenía cuatro hijos, entró a trabajar al Al-Manar en 2012 y cubrió la Guerra contra los takfiris en Irak en 2017. Sumado a él, está el camarógrafo Ghassan Najjar y el ingeniero de trasmisión Muhammad Reda, ambos trabajadores del canal libanés Al-Mayadeen.
Según sus colegas periodistas el ataque fue dirigido, puesto que el recinto cuenta con ocho bungalows y los misiles impactaron en los bungalows usados por Al-Manar y Al-Mayadeer, así lo dijo el periodista libanés de la cadena Al-Jadeed, Muhammad Farhat, quien señaló que tras el derrumbe del techo de burgalow vio que había “desaparecido” el burgalow contiguo al suyo.
Por su lado, la periodista de Sky News Arabia, Darine El-Helwe, declaró que “el ataque aéreo ocurrió mientras dormíamos. No recuerdo haber oído el sonido de la explosión, escuché el sonido del cohete. Salí y vi que el chalet había caído sobre los periodistas”.
Otro testimonio lo entrega la periodista del canal libanés MTV, Yumna Fawaz, quien señaló que “este ataque destruyó todo el complejo. Todos los chalets quedaron destruidos y los techos se derrumbaron sobre nuestras cabezas (…) Este era un espacio seguro. No había sido atacado antes”.
Los periodistas en el Líbano destacan que la ciudad de Hasbaya no tenía alertas de evacuación por parte de Israel y, aunque en el último tiempo se estaban efectuando ataques en la periferia, el lugar seguía siendo considerado seguro. Fue esta la razón por la cual los periodistas se habían retirado de la ciudad de Marj’youn cuando esta fue considerada como peligrosa.
Israel ha sido responsabilizado de intentar acallar a los periodistas que cubren su ofensiva sobre el Líbano. La BBC entrevistó a la Señora Fawwaz, quien indicó que “el ataque aéreo se llevó a cabo a propósito. Todo el mundo sabía que estábamos allí. Todos los vehículos estaban identificados como de prensa y televisión. Ni siquiera nos avisaron (…) Están intentando aterrorizarnos igual que lo hacen en Gaza. Los israelíes están intentando impedir que cubramos la historia».
La denuncia apunta a que en el patio del recinto mediático se encontraban las camionetas en las cuales se lee “PRESS”, además de una antena parabólica usada para retransmisiones en directo, la cual fue destruida por los misiles israelíes.
Vía X, el Ministro de Informaciones de el Líbano, Ziad Makary, denunció “un asesinato, luego de un seguimiento con un designio premeditado (…) Este es un crimen de guerra. Misericordia para los mártires Ghassan Najjar, Muhammad Reda y Wisaam Qassem”.
Por su lado, el presidente de la junta directiva de Al-Mayadeen, Ghassan Bin Jiddo, indicó que la ocupación israelí tiene “plena responsabilidad por este crimen de guerra, en el que atacó a equipos de periodistas, incluidos de Al-Mayadeen (…) Al-Mayadeen continúa y no retrocederá”
Tras el ataque israelí, el Comité para la Protección de los Periodistas declaró estar “consternado por el ataque israelí del viernes que mató a dos periodistas y un trabajador de los medios e hirió al menos a otros tres, y pide una investigación independiente para determinar si el complejo de periodistas fue atacado deliberadamente”.
Además, el director de programas del CPJ (por sus siglas en inglés), Carlos Martínez, se declaró “profundamente indignado por otro ataque aéreo israelí letal contra periodistas, esta vez contra un complejo que albergaba a 18 miembros de la prensa en el sur del Líbano (…) Atacar deliberadamente a periodistas es un crimen de guerra según el derecho internacional. Este ataque debe ser investigado de manera independiente y los perpetradores deben rendir cuentas”.
Desde que Israel aumentó sus ataques al Líbano el 23 de septiembre de este año 2.600 libaneses han muerto y 3.600 edificios han sido dañados o destruidos en los primeros días de octubre. Además, desde que empezó el conflicto en Gaza, Israel ha asesinado al menos a seis periodistas en ejercicio en el Líbano.