El pasado 30 de noviembre en el Estadio Monumental de Buenos Aires, Botafogo dio paso a un hito histórico, consiguió la primera Copa Libertadores de su rica historia tras vencer 3-1 al Atlético Mineiro. El “Fogao” no había conseguido nunca levantar el máximo trofeo continental a pesar de ser la cara de míticos jugadores como Garrincha o Didí.
Pero todo esto no fue un golpe de suerte para el conjunto de Rio de Janeiro, equipo que el año 2021 transcurría el peor momento de su historia al jugar en Serie B mientras se encontraba al borde de la quiebra. Fue ese mismo año, precisamente en agosto, que el expresidente Jair Bolsonaro dio luz verde a las sociedades anónimas en el fútbol brasileño. Un vuelco importante para la tradición del futbol carioca, y también para Botafogo.
Nuevos aires
Tras lograr el ascenso ese 2021, en febrero de 2022 un empresario estadounidense se acercó a tierras brasileñas para hacerse cargo del gigante dormido. John Textor a través de Eagle Football Holdings adquirió el 90% de las acciones de Botafogo desembolsando 70 millones de dólares, siendo hasta ese momento, el primer club mayoritario que adquiría el holding norteamericano.
Un holding que se ha ampliado por distintos países del mundo, principalmente en Europa. Crystal Palace en Inglaterra, Olympique de Lyon en Francia y RWD Molenbeek en Bélgica le dan forma a la ambiciosa idea de Textor que ha desembolsado más de 1.000 millones de dólares. Según palabras del empresario norteamericano, la idea es tener un “ecosistema de clubes de primer nivel que realmente trabajen juntos”.
No todo es positivo
Eso sí, el “Fogao” es la cara positiva del holding gracias al título de Copa Libertadores y Brasileirao, pero, por otra parte, el Lyon atraviesa una de las peores crisis de su historia y se encuentra provisionalmente descendido por una deuda que supera los 500 millones de euros. En Londres, el Crystal Palace no logra encontrar estabilidad y se encuentra en la zona media baja de la tabla de posiciones. El Moleenbek mientras tanto, deambula en la Segunda División belga buscando conseguir el ascenso para la temporada 25/26.
Para lograr levantar la Libertadores por primera vez en su historia, hubo una inversión que sobrepasa los estándares de muchos equipos del continente. Botafogo gastó 21 millones de dólares en Thiago Almada, reciente campeón del mundo con Argentina. 17 millones en Luiz Henrique, joven extremo del Real Betis y otros 10 millones en Matheus Martins directamente desde Udinese. Esos solos fueron 3 de los grandes gastos que hizo el cuadro carioca además de incorporar a jugadores libres como Allan, Alex Telles e Igor Jesús.
Próximos desafíos
Ahora, el equipo dirigido por Artur Jorge tendrá la misión de levantarse de la dura derrota ante Pachuca por la copa intercontinental y demostrar lo que han avanzado en el nuevo formato del Mundial de Clubes 2025, donde enfrentarán al Paris Saint-Germain, Atlético Madrid y Seattle Sounders.