Durante una sesión extraordinaria, el Comité de Ministros resolvió rechazar de forma unánime el proyecto minero-portuario Dominga. Esto sin la participación de los ministros titulares, debido a sus inhabilitaciones. 

El Comité de Ministros, presidido por la cartera de Medio Ambiente e integrado por los respectivos  subrogantes de Economía, Salud, Energía, Minería y Agricultura, sesionó de manera extraordinaria para continuar con el cumplimento de lo ordenado por el fallo del Primer Tribunal Ambiental, en relación al proyecto Dominga. 

Esto sin la participación de los ministros titulares, debido a sus inhabilitaciones, que se generaron luego de que el Tribunal Ambiental de Antofagasta rechazara el proyecto por no respetar el principio de imparcialidad, ya que todos se habían expresado previamente en contra de su aprobación.

Durante la sesión se analizaron los fundamentos técnicos de las reclamaciones ciudadanas, donde se consideró lo dispuesto en la sentencia del Primer Tribunal Ambiental, específicamente del 9 de diciembre del año 2024. Así, el comité decidió acoger las reclamaciones que apuntaban a una “exclusión de pronunciamientos sobre biodiversidad» y las que indicaban una «insuficiente plan de contingencia y emergencia».

La primera se refiere a que “se excluyeron indebidamente las observaciones de la Corporación Nacional Forestal (CONAF), que en múltiples ocasiones a lo largo de la evaluación relevan la falta de información de las especies endémicas como la Krameria cistoidea (pacul) y la Balsamocarpon brevifolium (algarrobilla, en peligro de extinción), ambas presentes en el área mina del proyecto y que es una fuente de alimentación y hábitat para el tricahue, especie en peligro de extinción”. Esto significaría que no fue posible determinar ni evaluar el impacto concreto del proyecto sobre estas especies, que cumplen un relevante rol ecosistémico en la zona.

La segunda indicación se refiere a que, según la verificación del Comité, el plan de prevención de contingencias y emergencias del proyecto es insuficiente para encargarse del riesgo de derrame de hidrocarburos. Además, tampoco consideraba un plan de prevención de contingencias o emergencia para vertimientos de concentrados de hierro en el transporte marítimo. 

Esto último es de suma importancia, ya que el proyecto se localiza en una de las zonas con más biodiversidad de todo Chile, donde se ubica, por ejemplo la Reserva Nacional Pingüino de Humboldt y donde viven múltiples especies endémicas, muchas de ellas en peligro de extinción. En consecuencia, los planes deficientes disminuirían la tolerancia aceptable al riesgo.