Comienza juicio contra cirujano que abusó de 299 menores de edad

A dos meses del caso de Gisèle Pelicot, Francia vuelve a ser noticia por un escándalo de crímenes sexuales. Esta vez, el centro de atención es Joël Le Scouarnec, un cirujano de 74 años acusado de abusar sexualmente de 299 pacientes, la mayoría de ellos menores de edad. El caso, considerado el más grande de pederastia en la historia del país, ha conmocionado a la nación y expuesto fallas críticas en el sistema de salud francés.
Foto de sky news

Le Scouarnec, conocido en los medios como «el cirujano de Jonzac», enfrenta cargos de violación y agresión sexual agravada contra 158 hombres y 141 mujeres. La mayoría de las víctimas tenían menos de 15 años al momento de los abusos, con una edad promedio de 11 años, y solo 14 de ellas superaban los 20 años. El médico, que trabajó en varios hospitales franceses entre 1989 y 2014, podría ser sentenciado a un máximo de 20 años de prisión.

El horror sale a la luz
El caso salió a la luz en 2017, cuando Lucie, una niña de 6 años, le contó a sus padres que su vecino, Le Scouarnec, le había mostrado sus genitales a través de una reja que separaba sus propiedades. La denuncia llevó a la policía a investigar al cirujano, quien ya tenía antecedentes: en 2005 había sido condenado por posesión de material pornográfico infantil. Sin embargo, a pesar de esta condena, continuó ejerciendo como cirujano pediátrico.

Durante los allanamientos, las autoridades descubrieron más de 300 mil imágenes ilegales de menores en sus dispositivos digitales y una serie de diarios íntimos en los que Le Scouarnec describe con detalle y precisión, los abusos que cometía contra sus pacientes mientras estaban anestesiados. Bajo títulos como «vulvitas» y «traseritos», el médico anotaba los nombres de cientos de niños y relataba los actos que les había realizado.

El pasado oscuro del cirujano
En la década de 1980, Le Scouarnec se estableció en la comuna de Loches, en la región de Touraine, junto a su esposa, con quien tuvo tres hijos. Fue durante este período que abusó de sus dos sobrinas y una paciente de 4 años en un hospital local. En 1994, comenzó a trabajar en el policlínico de Sacré-Cœur de Vannes, donde permaneció hasta 2004. Según la fiscalía, este fue uno de los lugares donde más activo estuvo en sus crímenes.

A pesar de su condena en 2005, Le Scouarnec continuó trabajando en hospitales, incluido el de Jonzac, donde ejerció hasta 2017, año en que se destapó el escándalo.

Debido al largo período en el que operó, algunos de sus presuntos delitos ya no pueden ser juzgados. De las 314 víctimas inicialmente identificadas, 15 casos fueron declarados prescritos tras una apelación de la defensa.

El trauma de las víctimas
Por el estado de sedación en el que se encontraban, muchas víctimas no tenían recuerdos claros de los abusos, y se enteraron al ser contactados por la policía. Algunas recordaban fragmentos, pero no los identificaban como agresiones, pensando que formaban parte del procedimiento médico.

Le Scouarnec, especializado en cirugía digestiva y visceral, aprovechó su posición para cometer estos crímenes bajo la apariencia de exámenes clínicos o cuidados postoperatorios.

Marie, una mujer operada de apendicitis a los 10 años, relató a France 2 que, al leer los detalles de lo que había sufrido, sintió náuseas. «Antes de saber esto, sufría de depresión y problemas de intimidad. Descubrir la verdad fue devastador, pero también me ayudó a entender algunos de mis miedos», confesó.

Juliette, otra de las víctimas, relató que a los 7 años fue operada de peritonitis por Le Scouarnec. No fue hasta que la policía la contactó años después que supo la verdad: «Me explicaron que mi nombre aparecía en sus cuadernos, que escribió sobre mí», dijo. «Comencé a leer las primeras líneas y, de repente, todo volvió a mi mente. Veo a alguien entrando a mi habitación, acercándose a mí, preguntándome cómo había pasado la noche. Luego levantó la sábana, me abrió las piernas y dijo que iba a revisar si todo estaba bien. Me violó, abusó de mí», relató con angustia.

Amélie Lévêque, contó a la prensa local que tenía 9 años cuando fue operada de apendicitis. Tras la hospitalización, sufrió trastornos alimentarios y depresión durante su adolescencia y adultez. «Siempre sentí algo sin poder explicarlo», dijo en una entrevista con TF1.

Un sistema que falló
La condena de Le Scouarnec en 2005 por posesión de pornografía infantil no impidió que continuara trabajando en hospitales, lo que ha generado fuertes críticas hacia el sistema de salud francés. «Este caso es un hito no solo por el número de víctimas, sino también por la impunidad de la que disfrutó durante más de 30 años», afirmó Francesca Satta, abogada de varias de las víctimas.

El juicio, que comenzó hoy en el tribunal penal de Morbihan, en Vannes, se espera que dure cuatro meses. Se han implementado medidas extraordinarias para acomodar a las más de 750 personas que participarán en el proceso, incluyendo víctimas, familiares, abogados y periodistas. El caso ha sido catalogado como «extraordinario» debido a su magnitud y complejidad.

Le Scouarnec, quien ha admitido estar «completamente dominado por la pedofilia» durante 30 años, enfrenta una condena que podría sentar un precedente en la lucha contra los abusos sexuales en Francia. Sin embargo, para las víctimas, el daño ya está hecho. «Era un monstruo», declaró una de sus sobrinas, quien también fue abusada.

«Nuestra hija de seis años derribó al mayor pedófilo de la historia», dijeron los padres de Lucie, cuya valentía permitió que este caso saliera a la luz.