El objetivo de esta iniciativa es atraer a personas adineradas que deseen establecerse en el país norteamericano y contribuir a la creación de empleos. “Vamos a vender una ‘tarjeta dorada’. Existe la tarjeta verde”, que se conoce como la identificación de un residente de Estados Unidos, “pero esta será una ‘tarjeta dorada’. Le pondremos un precio de unos 5 millones de dólares”, afirmó el presidente estadounidense ante periodistas en el Despacho Oval de la Casa Blanca.
Asimismo, el mandatario republicano señaló que esta “tarjeta dorada” permitirá un “camino hacia la ciudadanía” a largo plazo para quienes la adquieran. Además, destacó que esta iniciativa atraerá a personas adineradas al país, quienes «tendrán éxito, gastarán mucho dinero, pagarán muchos impuestos y emplearán a mucha gente».
Con respecto a la venta de la tarjeta, Trump anunció que comenzará en dos semanas.
Pese a que los oligarcas rusos, en su mayoría, estén sancionados por Estados Unidos desde la invasión a Ucrania, Trump dijo que sí pueden solicitar participar de este nuevo proyecto. El magnate estadounidense comentó que conoce a algunos oligarcas rusos que “son muy buenas personas”. Además, aseguró que “es posible” que puedan optar a la “tarjeta dorada”.
Por otra parte, el líder republicano sugirió que la tarjeta puede llevar su propio nombre y denominarse “tarjeta dorada Trump”. El magnate estima que podría vender un millón de tarjetas o “quizás más”.
El secretario de Comercio de Estados Unidos, Howard Lutnick, quien acompañó a Trump en el anuncio, señaló que esta nueva propuesta reemplazará al Programa de Inmigración para Inversores EB-5, al considerar que “está sujeto a demasiado fraude”. Este permitía a inversores junto a su esposa e hijos menores de 21 años acceder a la residencia permanente en el país.
Lutnick argumentó que la “tarjeta dorada” ofrecerá una opción más exclusiva y de mayor valor para acceder a la residencia estadounidense.