China enfrenta un aumento significativo de casos de metaneumovirus humano (HMPV), una infección respiratoria que ha saturado hospitales en varias regiones del norte del país.
Las autoridades sanitarias chinas han implementado medidas como el uso obligatorio de mascarillas, el distanciamiento social y la desinfección de espacios públicos para contener la propagación del virus. Diversos medios internacionales han reportado la situación, mientras que expertos subrayan que el HMPV, aunque preocupante, no representa un riesgo de pandemia similar al COVID-19.
El metaneumovirus humano es un virus respiratorio descubierto en Holanda el 2001, aunque expertos creen que lleva en circulacion desde los años 60’, y pertenece a la misma familia que el virus sincicial respiratorio (RSV).
Provoca síntomas similares a los de un resfriado o gripe: tos, fiebre, congestión nasal y fatiga. En la mayoría de los casos, la enfermedad es leve y se resuelve con reposo. Sin embargo, en grupos vulnerables como bebés, niños pequeños, adultos mayores y personas con sistemas inmunitarios debilitados, puede derivar en complicaciones graves, como neumonía o dificultad respiratoria.
El metaneumovirus humano (HMPV), identificado por primera vez en Holanda en 2001, es un agente etiológico relevante en las infecciones respiratorias agudas (IRA), especialmente en niños menores de cinco años, adultos mayores e individuos inmunocomprometidos. Este virus, clasificado dentro del género Metapneumovirus y la familia Pneumoviridae, se considera el segundo agente causal más frecuente de enfermedades respiratorias agudas graves, después del ortopneumovirus humano (HOPV).
El HMPV es un virus de ARN monocatenario negativo, compuesto por ocho genes que codifican nueve proteínas. La glicoproteína de fusión (F), altamente conservada, es clave en el diseño de vacunas y terapias antivirales. Este virus tiene dos subgrupos (A y B) y cuatro linajes genéticos (A1, A2, B1 y B2).
El diagnóstico clínico es complejo debido a las similitudes entre HMPV y HOPV. Actualmente, técnicas como RT-PCR y pruebas de inmunofluorescencia son las más utilizadas, aunque su costo limita su implementación en países con menos recursos.
Actualmente, no existen vacunas ni tratamientos antivirales específicos para el HMPV. El manejo de la enfermedad se centra en el control de los síntomas mediante hidratación, control de la fiebre y, en casos graves, oxigenoterapia. Los tratamientos antivirales, como los anticuerpos monoclonales humanizados (palivizumab y motavizumab), se utilizan en casos graves, aunque su alto costo limita su aplicación generalizada.
Para prevenir la infección, las autoridades recomiendan medidas básicas de higiene, como lavarse las manos frecuentemente, evitar tocarse la cara, usar mascarillas en lugares concurridos y quedarse en casa si se presentan síntomas respiratorios.
En países en desarrollo, las IRA representan un importante problema de salud pública, con tasas de mortalidad significativamente más altas que en naciones desarrolladas. Según datos del INEGI, en 2016 estas infecciones ocuparon el tercer lugar en causas de muerte en la población general en México, con 21,572 fallecimientos, incluidos 500 en niños de 1 a 4 años. El costo estimado por paciente hospitalizado debido a IRA alcanza los 9,000 dólares en promedio, lo que refleja el alto impacto económico de estas enfermedades.
En Estados Unidos, las hospitalizaciones y muertes causadas por HMPV y HOPV generan pérdidas económicas de entre 365 y 585 millones de dólares anuales. A pesar de esto, el tratamiento disponible es principalmente de soporte, como administración de oxígeno y ventilación mecánica en casos graves.
El brote ha sido monitoreado de cerca en Hong Kong, Camboya y Taiwán, donde también se han reportado casos. Aunque no se han registrado brotes significativos fuera de China, las autoridades de estos países han emitido advertencias para proteger a las poblaciones vulnerables.
Por ahora, ni el gobierno chino ni la Organización Mundial de la Salud (OMS) han declarado una emergencia sanitaria. Las recomendaciones se centran en mantener la calma y seguir las medidas preventivas habituales para enfermedades respiratorias.
Aunque actualmente no existe una vacuna aprobada contra el HMPV, se han desarrollado diversas estrategias, como virus atenuados y partículas tipo virales (VLP). Estudios recientes han mostrado avances prometedores, como el uso de proteínas F y G de linajes A y B para inducir respuestas inmunológicas en modelos animales. Sin embargo, estas vacunas aún no han sido aprobadas para su uso en humanos.
¿Debe preocuparnos el HMPV?
Aunque el aumento de casos ha generado alarma en redes sociales, las autoridades sanitarias chinas y expertos internacionales aseguran que el HMPV no tiene el potencial de propagación masiva del COVID-19. Según la Dra. Jacqueline Stephens, de la Universidad Flinders en Australia, el HMPV ha estado presente por décadas y la población mundial ha desarrollado cierto nivel de inmunidad debido a infecciones previas.
El epidemiólogo Alejandro Macías, miembro de National Research System subrayó que, aunque el HMPV puede aumentar las tasas de infecciones respiratorias estacionales, no representa un riesgo de pandemia. Sin embargo, insta a reforzar las medidas preventivas, especialmente en grupos de riesgo.