Donald Trump, electo presidente de los Estados Unidos, ha vuelto a elevar la tensión por Groenlandia y por el Canal de Panamá, al indicar que la fuerza militar “puede ser que tengan que hacer algo” para tomar ambos territorios. Junto con ello y tras la dimisión de Justin Trudeau, Trump publicó en su red social Truth Social un mapa en el cual Canadá forma parte de Estados Unidos.

Desde que fue electo presidente, Trump ha estado dando una serie de declaraciones sobre diversos territorios extranjeros que desean que formen parte de los EEUU., en particular se ha referido a Groenlandia, el territorio autónomo perteneciente a Dinamarca, sobre este ha indicado que la necesitan por “razones de seguridad” y llamó a Dinamarca ha entregar la isla para “proteger al mundo libre”.

También se ha referido al Canal de Panamá, el cual fue construido por Estados Unidos al inicio del siglo XX y entregado a Panamá a fines de siglo, indicando que este se le debe entregar nuevamente a los Estados Unidos “en su totalidad, rápidamente y sin cuestionamientos” si no se les bajan las tarifas a los barcos estadounidenses. Aunque no se sabe bien a qué se debe este interés repentino, sí se sabe que en el Partido Republicano nunca han estado muy conformes con el traspaso realizado durante la administración de Jimmy Carter.

Sumado a estas declaraciones, que han sido duramente respondidas por los jefes de Estado de ambos países, Trump también se ha referido a Canadá, en donde ha dicho que debería “ser un estado” y ha amenazado con duras sanciones económicas si Canadá no se convierte en el Estado 51 de los Estados Unidos, sus palabras han recibido un rechazo por todo el espectro político canadiense.

En relación a Groenlandia y al Canal de Panamá, en una conferencia de prensa realizada en su mansión de Mar-a-Lago se le preguntó si descartaba la fuerza militar coercitiva o económica para tomar el control de ambos territorios, su respuesta fue “No, no puedo asegurarles que descartaré ninguna de esas dos opciones, pero puedo decir esto: los necesitamos para nuestra seguridad económica”.

En medio de todas tensiones provocadas, Trump indicó que “vamos a cambiar el nombre del golfo de México por el ‘golfo de América’, que suena muy bien y abarca una gran extensión de territorio”. Sus declaraciones fueron respondidas por Claudia Sheinbaum, presidenta de México, quien recomendó empezar a llamarle “América mexicana”, basada en un texto de 1607.