El ente fiscalizador efectuó la auditoría durante la administración de la exalcaldesa Emilia Ríos, específicamente entre enero y septiembre del 2024. Al mismo tiempo, se detectaron publicaciones de las cuentas municipales que destacaban logros institucionales con un enfoque temporal que coincidió con la campaña electoral de Ríos.
Contraloría detectó el uso “reiterado de la imagen de la alcaldesa en el período de campaña” en redes sociales institucionales, tanto de la Municipalidad de Ñuñoa como de la Corporación de Desarrollo Social (CMDS).
“Se constató el uso de plataformas institucionales, como las redes sociales de la municipalidad y la CMDS, para difundir contenido que promovía implícita y explícitamente la imagen de la entonces alcaldesa Emilia Ríos, lo que constituye una falta grave al principio de probidad administrativa”, señala el Informe Final 742/2024.
Por otro lado, se encontró contrataciones a honorarios genéricas y repetitivas, lo que contraviene la norma, y funcionarios con contratos a turnos que recibieron pagos de horas extras sin registros de asistencia adecuados.
Además, desde Contraloría detectó bitácoras incompletas, falta de autorizaciones para uso en días inhábiles y deficiencias en la supervisión de vehículos arrendados por el Municipio de Ñuñoa. También, otro gasto improcedente fue el uso de servicios de transporte no regulados, como Uber, con un gasto de 2,3 millones de pesos.
Luego de la publicación del informe de la Contraloría, el alcalde de Ñuñoa, Sebastián Sichel, anunció este jueves que presentará una querella penal contra quienes resulten responsables. Sichel indicó que este tipo de prácticas reflejan un desorden que “no será tolerado”.
“Primero, se ratifica lo que dijimos: hay un desorden administrativo, hay uso de las instituciones con fines políticos para beneficiar particularmente a un sector político, el Frente Amplio y la administración anterior”, declaró al respecto Sichel.