Musk, dueño de la red social X y bajo la dirección del nuevo Departamento de Eficiencia Gubernamental en la administración de Donald Trump, enfrenta problemas legales bajo los términos del nuevo reglamento digital de la Unión Europea.
En virtud de la Ley de Servicios Digitales (DSA, en su siglas en inglés), el grado de exposición política de la líder ultraderechista Alice Weidel en la plataforma X es considerado como una ventaja pública e injusta sobre el resto de candidatos en la elección presidencial alemana del 23 de febrero.
Lo anterior se suma a una causa abierta contra X desde 2023 donde la Unión Europea determinó que la red social había violado múltiples principios de la DSA, principalmente por no cumplir los requisitos de transparencia publicitaria y vender el acceso de su sistema de verificación «blue check».
Ante esto, los Estados miembros de la Unión Europea urgen a la Comisión Europea medidas contrarrestantes efectivas.
De esta manera, el primer ministro noruego, Jonas Gahr Støre, mencionó a la agencia de noticias EFE que «es preocupante que un hombre con un acceso enorme a las redes sociales y grandes recursos económicos se meta de forma tan directa en los asuntos internos de otros países”.
Asimismo, el ex miembro del Parlamento Europeo y miembro de la Universidad de Stanford, Marietje Schaake, dijo que “Musk debe ser visto como representante del presidente estadounidense cuando apueste en contra el liderazgo de naciones europeas clave, aliadas hasta ahora”.
Por la polémica que ha suscitado la administración de Musk en X, decenas de universidades e institutos de investigación de Europa abandonaron sus actividad en la red social. Entre ellas Humboldt de Berlín, Goethe de Frankfurt, la Universitat de Barcelona y la Universidad Médica de Innsbruck.