A poco más de un año para que concluya el periodo presidencial de Gabriel Boric, el Ministerio de la Mujer y la Equidad de Género ha sido escenario de controversias que han marcado su gestión en materia de género. Aborto libre, el indulto a Katty Hurtado, la reforma de pensiones, entre otros eventos, han puesto en jaque al Gobierno.
Para profundizar en los desafíos, problemas y controversias que han acompañado a este ministerio durante su gestión, Luz Pascuala Vidal Huiriqueo, Subsecretaria de la Mujer y la Equidad de Género, conversó con Red de Noticias Chile sobre las repercusiones de las decisiones tomadas por las autoridades y el impacto de estas en la agenda de género.
Con una amplia trayectoria como dirigenta sindical y activista, ha sido una figura clave en la lucha por los derechos de las mujeres, especialmente en el ámbito laboral y en la promoción de la equidad de género. Es cofundadora de la Cooperativa de Mujeres Mapuche Folil Araucanía, un espacio que impulsa la participación y el empoderamiento de las mujeres mapuche. En 2019, asumió la presidencia del Sindicato de Trabajadoras de Casa Particular (SINTRACAP), donde representó a su sector en diversos procesos internacionales.
Antes de ocupar su actual cargo, fue funcionaria de la Fundación de las Familias, institución vinculada a la Dirección Sociocultural de la Presidencia de la República, donde apoyó procesos formativos y de empoderamiento de las mujeres.
Su carrera, marcada por su lucha constante por la igualdad de género, y su compromiso con las mujeres chilenas, la posicionan como una de las principales defensoras de los derechos de las mujeres en el país.
¿Cuáles son los objetivos más urgentes del ministerio para cerrar las brechas de género y garantizar los derechos de las mujeres de nuestro país?
Nosotros nos encontramos en el Ministerio, con una alta tasa de pérdidas de puestos laborales. La autonomía económica de las mujeres, producto de la pandemia, se vio muy golpeada. De hecho, del sector del que yo vengo, trabajadoras de casa particular, uno de los más precarizados en Chile, pero también una de las más altas tasas de ocupación femenina. El 7 % de la fuerza laboral femenina en Chile está justamente en esas áreas de cuidados remunerados, pero que tiene menor acceso al cumplimiento de sus derechos, de las normas que tenemos establecidas. Hoy hemos trabajado para recuperar esas tasas de fuerza laboral desde las mujeres. Hemos trabajado también hoy día para que la autonomía económica en su totalidad, no solamente desde el ingreso laboral que puedan tener las mujeres, sino desde distintas áreas, pueda verse protegida.
Hemos trabajado como gobierno para poder avanzar, por ejemplo, lo que eran las deudas de pensiones, de alimentos, que las mujeres sobrellevan solas. Como dice siempre la Ministra Antonia Orellana, las mujeres iban con dos mochilas cuando se tienen los cuidados de niñeces: la que lleva todos los abastecimientos que se requiere de la niñez, más toda una mochila de documentos que tratan de hacer responsable a los padres. En su gran mayoría hombres, quienes dejan abandonado no a la mujer, dejan abandonado a las niñeces y los derechos que ellos deben tener garantizados, como es alimentación, vestimenta, estudios, salud, y que la mujer se hacía cargo por sí sola. Por lo tanto, ahí veíamos un flanco de empobrecimiento de la mujer, empobrecimiento en tiempo, empobrecimiento económico, empobrecimiento en capacidades y competencia que ella pueda ir desarrollando. Como Estado, vimos que con las niñeces tenemos una obligación, que es protegerlos. En función de eso se trabajó fuertemente la Ley de Responsabilidad Parental. Hoy día, como Estado y como gobierno, hemos establecido que hayan más de $580 millones que ya se están pagando a las niñeces. Hay más de 1 billón de pesos. Yo cuando me dijeron esa cifra, no me la logro dimensionar, no logro dimensionar lo que es eso, pero el equipo de acá me lo transfirieron a Teletones, para visualizar el impacto económico. Y me dijeron: «Subsecretaria, son alrededor de 33 Teletones». Lo que recaudamos el año pasado como Teletón, tendríamos para financiar 33 Teletones con lo que los padres hombres les adeudaban a las mujeres, haciéndolas responsables única y exclusivamente a ellas, y les adeudaban a las niñeces. Niñeces que el Estado también va perdiendo en calidad de profesionales que pueden irse formando. Cuando un país está creciendo en desarrollo, necesita también esas competencias. Que nadie se quede atrás, como nos plantea la ONU, implica que coloquemos los esfuerzos para que las competencias y capacidades que todos tenemos puedan ser desarrolladas a plenitud. Entonces, en eso hemos puesto énfasis hoy día, ya 2025.
Hoy día seguimos avanzando en las autonomías que las mujeres tienen. El año pasado igual trabajamos fuertemente la autonomía más de toma de decisión de las mujeres. La ministra Orellana ha estado fuertemente focalizada en el proyecto de los bienes de sociedad conyugal, siempre se me olvida eso, porque yo soy soltera y todos los bienes están a mi nombre. Incluso con dictamen de tribunales internacionales, nosotros como Estado estamos en deuda de cómo las mujeres tienen la facultad para poder administrar sus bienes. Buscamos también un enlace con lo que es la autonomía económica, pero también la autonomía de poder decidir plenamente sobre las mujeres. También la participación que pueden tener las mujeres en el ámbito de la participación política. Trabajamos el 2024 fuertemente en eso.
Hoy día estamos enfocados en lo que son las autonomías de derechos sexuales y reproductivos de las mujeres. Se ha presentado a la Contraloría General de la República el reglamento que puede garantizar y perfeccionar el cumplimiento de la Ley IVE. Que, a propósito de este trabajo en conjunto que hacemos con la sociedad, las organizaciones de la sociedad civil, hemos detectado que esta ley, –un principio básico de toda ley es que es igualitaria para todos–, esto no se cumple con la ley IVE. Dado a que en ciertos centros asistenciales no hay personas que no sean objetores de conciencia, por lo tanto, las mujeres tienen que deambular de local en local, centro de salud a centro de salud, muchas veces de región en región, para poder garantizar lo que la ley cumple. Es así como hemos conocido, por ejemplo, casos en las islas de Chiloé, donde las mujeres jóvenes que han sido violadas, incluso por familiares, tienen que deambular hacia primero a la isla grande de Chiloé, después hacia Puerto Montt, después hacia Osorno, Valdivia, y terminan muchas veces en Temuco, donde sí se les puede garantizar que lo que la ley establece: aborto en tres causales. Eso es una falencia que como Estado estábamos teniendo. Por lo tanto, se ingresó un reglamento que pueda garantizar esto a la Contraloría General de la República y estamos justamente en proceso de que se pueda manifestar la Contraloría y vamos a estar trabajando fuertemente este año en eso. Garantizar que los derechos de las mujeres se estén cumpliendo, se respeten y se avance, ese es el objetivo principal del Ministerio.
Dentro de las propuestas de campaña del presidente Gabriel Boric, el aborto libre fue una de las más destacadas y aclamadas por las mujeres que lo apoyaban, y durante la última Cuenta Pública se comprometió a avanzar en esta materia.
¿Está en los planes del Gobierno presentar un Proyecto de Ley sobre Aborto Libre antes del término del período presidencial? ¿Y cómo se planea impulsar este proyecto, siendo que el Gobierno no tiene mayoría en el parlamento?
Mira, como te digo, este año nosotros estamos trabajando en esta tercera autonomía de las mujeres, que ellas tienen que poder decidir. Hemos trabajado en lo que son los derechos sexuales y reproductivos de las mujeres, como decía, que la ley que hay en la nación se pueda cumplir, y cumpla para todas las ciudadanas. Hemos abordado en conjunto con salud para garantizar que los precios de los medicamentos anticonceptivos sean accesibles a las mujeres. Hemos estado trabajando con la organización de la sociedad civil, mujeres organizadas, que han planteado la necesidad de una mayor amplitud al acceso a la decisión de abortar. Porque si bien es cierto, hoy día como nación tenemos estas tres garantías para poder acceder a la toma de decisión de si continúan o no con su embarazo, pero hay muchos otros factores que influyen en que una mujer tome esa decisión. Creo en lo personal que para ninguna mujer es fácil decidir si continúa o no con la gestación de una vida. Esto es algo que a cualquier mujer le puede marcar un antes y un después. Como Estado tenemos la obligación de poder generar todas las posibilidades, porque la multiplicidad, la diversidad de realidades que tenemos como país, hay que tener esa amplitud de poder generarle las posibilidades a las mujeres, y que no sea el Estado quien tiene una cierta toma de decisión respecto a lo que son los derechos de las mujeres.
Cuando el Estado no les garantiza, por ejemplo, una educación, que los cuidados y la responsabilidad del cuidado puedan ser compatibles, porque muchas mujeres que se están formando hoy en día pueden quedar embarazadas, puede ser que el método anticonceptivo falle, después continuar con esa formación profesional no es garantizado por el Estado, o hacer compatible la crianza, la educación o formación.
Cuando tenemos hoy día procesos, por ejemplo, de desigualdad salarial para las mujeres, es una realidad que, como país, no hemos sido capaces de visualizar. Que las mujeres se enfrentan a sueldos menores que los hombres, pero muchas veces tienen la responsabilidad del cuidado. Sigue habiendo mujeres que no quieren reclamar el derecho de la pensión que los padres deben garantizar. Nosotros respetamos, porque el derecho es de las mujeres, aun cuando se conocen casos en los cuales nosotros consigamos que no solamente es el derecho ella, es el derecho de la niñez.
Dicho esto, en esta multiplicidad de realidades que tenemos a nivel nacional, nosotros debemos y debe permitirse que sea en la institucionalidad que el Estado tiene, que se pueda discutir con amplitud de miras. Esto no es un proyecto antojadizo que ha trabajado la ministra Antonia Orellana, no es una obsesión que ella pueda tener. Son los mismos planteamientos del trabajo que hemos realizado con las organizaciones de la sociedad civil que ellos plantean, y nosotros como empleados públicos, funcionarios del Estado, debemos dar respuesta justamente a esas demandas que la ciudadanía nos pone sobre las mesas de trabajo.
Casos como el de Katty Hurtado evidencian deficiencia en los procesos judiciales, dejando a muchos agresores en la impunidad. ¿Qué medidas concretas está impulsando el Ministerio para prevenir la violencia hacia la mujer y garantizar un acceso más efectivo a las víctimas?
Nosotros cuando llegamos, y voy a colocar aquí una anécdota de cómo se ha profundizado hoy día el tema de la misión que tiene el Ministerio, una de las tantas que tiene, que es transversalizar el género en el Estado, recuerdo que una de las primeras conversaciones con un Subsecretario —que ya no está, por cierto—, se acercó y, en confianza, me preguntó: «Subse, ¿qué cuestión es eso de transversal? ¿Cómo es la palabra?». Porque era hasta difícil pronunciarlo para algunos: la transversalización de género en el Estado. Hoy día hemos desarrollado un fuerte trabajo, reconocido a nivel internacional, en cómo Chile ha profundizado en todas las políticas públicas con los distintos poderes del Estado, la política de género. Esto es un hecho innegable, hay carteras las cuales eran muy masculinizadas, donde el género no se ponía presente, por ejemplo, agricultura, minería, justicia. En el ámbito de justicia, hoy día tenemos un avance muy importante y la Ministra ha liderado ese trabajo. Al ser un órgano independiente del Estado, ha trabajado muy de la mano con ciertas ministras de la Corte Suprema, donde la perspectiva de género se está considerando cada vez más. Casos como los de Katty Hurtado, son mirados a nivel internacional con un foco muy potente de cómo las mujeres que son violentadas, que son agredidas, muchas veces la justicia las mide sin mirada de género. Una mujer que se defiende, una mujer que opta por defenderse para poder salvar su vida, teniendo antecedentes previos de casos documentados de solicitud de auxilio, y cuando ellas llegan a la medida desesperada de: “es mi vida o es la vida del agresor”, creo que la justicia tiene que tener esa mirada. Hoy día hemos podido ver que esa mirada está siendo colocada desde este órgano autónomo del Estado. Ese es un trabajo que también hemos hecho el esfuerzo de que se pueda ir trabajando allí. Porque si bien es cierto, nosotros podemos incidir en las distintas carteras que administra el gobierno, los ministerios, pero al ser órganos autónomos, la verdad es que el trabajo ahí es de mucho convencimiento, y en eso hemos sido bastante perseverantes. También de la importancia que estos órganos autónomos puedan ir colocando el foco de género, porque las víctimas, cuando se aplica esta perspectiva de género sienten que el Estado te escucha. Muchas veces ellas se sienten solas en su territorio, en su familia, en el grupo social en el que se desarrollan y más aún cuando los órganos del Estado no te escuchan, la indefensión que ellas sienten es total.
Sobre el proyecto de reforma de pensiones, ¿cómo aborda la brecha de género considerando que las mujeres reciben menos debido a diferencias de ingresos, expectativas de vida y roles de cuidado?
Válgase decir que yo hacía hasta las lágrimas, de verdad, creo que es un acto de justicia –la reforma de pensiones– que el Estado hoy día tiene a través del Poder Legislativo. Se hace un acto de justicia con las mujeres en Chile, el nivel de desarrollo que hemos alcanzado se sostiene sobre el hombro de las mujeres. Eso también son datos duros, así lo ha demostrado el Banco Central. Las mujeres que hacen cuidado, aportan más que lo que aporta la minería para el crecimiento de la nación. El Producto Interno Bruto se sostiene alrededor del 21 o 23%. Incluso por la Comisión del Mercado Financiero, hay cifras que demuestran que las mujeres aportan al desarrollo del país. La pregunta es ¿cuánto el país les retribuye a las mujeres? Y en situaciones como esta de la reforma de pensiones, por ejemplo, se da un aumento de $214mil que reciben las mujeres como Pensión Garantizada Universal a $250mil. Hay un acto de justicia pequeño, se retribuye, se les devuelve a las mujeres. Es un pequeño paso.
Creo que hay que seguir profundizando en estos actos de injusticia que el Estado tiene con las mujeres de Chile. Hay una medida que igual me parece súper importante, las mujeres que tengan 10 años de cotización van a poder tomar un beneficio que es un 0,1% UF que se le va a ir aplicando por cada año cotizado. En caso de jubilarse y sólo tener 10 años de cotizaciones, va a ser aplicable para ella este beneficio. Son pequeños actos de justicia para las mujeres, cuando vemos lo que estamos elaborando como gobierno, un Sistema Nacional de Cuidados, donde el Estado se hace responsable, donde la carga no solamente recae en las mujeres y que le significa precarización, las lagunas previsionales. Ellas son las que llevan el costo de familiares que están enfermos, adultos mayores que hay que cuidar. La primera que se mira cuando en una familia hay que hacer el cuidado de los padres es a la mujer, aunque sea la única y el resto de los hijos sean hombres, cinco o seis hijos hombres, miran hacia el lado de la mujer. Piensan en su lógica machista y patriarcal que las mujeres venimos con un ADN adicional que tenemos, como si nos desarrollaron factores especiales para poder hacer cuidado. Eso no es así. Yo no tengo hijos, pero si he ayudado a formar a sobrinos, a los cuales siempre les enseñé, por ejemplo, que, para atender una casa, cocinar o lavar se necesitan cinco dedos, y si tuvieran cuatro dedos igual pueden cocinar, lavar, planchar, hacer las compras. Lo que nos diferencia de género no nos impide hacer todo lo que implica el cuidado y de los cuales siempre las mujeres están a cargo. Por lo tanto, hoy día la reforma de pensiones creo que hace un mínimo de justicia para las mujeres, un mínimo. Creemos que, sin duda, hay que hacerse cargo de que esto se puede mejorar. También hay una diferencia por la expectativa de vida, las mujeres tienen mayor expectativa de vida que los hombres, es un factor natural, biológico, porque tenemos que hacerlas responsables de algo que no está en sus manos. Creo que hay muchas cosas que se pueden mejorar, pero sin duda este es un tremendo avance, se corrió el cerco, dejamos abierta también una puerta para que esto se pueda seguir perfeccionando. Hay que responderle a lo que la ciudadanía ha planteado. Las pensiones que se tenían eran impresentables para un Estado que pertenece a la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), impresentable que nosotros nos jactamos de ser uno de los pocos Estados latinoamericanos junto a Uruguay, que pertenecemos a la OCDE y tenemos este nivel de pensiones. Las mujeres, los adultos mayores, viven en una calidad de vida que está al borde de los niveles de pobreza, muy por debajo. Por lo tanto, cuando miramos el conjunto de la sociedad chilena, la verdad es que esa evaluación, a mí en lo personal, como Luz Vidal, una mujer de región, de territorio, una trabajadora que se identifica como de la clase obrera de Chile, hoy día estoy momentáneamente en un puesto de privilegio y creo que lo he reconocido y lo he trabajado siempre desde esa área. Creo que a mí no me hace sentido que este Estado pertenezca a la OCDE con una distribución tan desigual de los recursos. Hay gente que se muere, que no les alcanza para alimentarse, no les alcanza para la salud, no les alcanza para tener su autonomía plena. Los adultos mayores muchas veces pasan a depender de los hijos y eso les quita autonomía. Son los hijos quienes terminan decidiendo si el padre se incluye o no a un grupo en el centro de adulto mayor, si va a ir o no a un viaje, porque ellos son los que financian su vida y la verdad es que eso no es lo que queremos para una sociedad que sea justa.
Recientemente se reportaron 5.214 denuncias ingresadas bajo la Ley Karin en la administración pública centralizada, siendo el Ministerio de Salud el organismo con la mayor cantidad de casos, con 3.290 denuncias. ¿Qué factores considera que han permitido que el Ministerio de la Mujer y Equidad de Género, sea el único sin denuncias? y ¿qué estrategias podrían implementarse para replicar este modelo en otras instituciones públicas?
Bueno, a nosotros nos alegra mucho no tener reporte. Cuando llegamos al Ministerio, en conjunto con el Servicio (Servicio Nacional de la Mujer y la Equidad de Género), te puedo decir que teníamos alrededor de 50 sumarios, que estaban pendientes por dos o tres años y que no se le había dado resolución. Los abordamos, los trabajamos, se han sacado todos esos sumarios tanto en el Servicio como en el Ministerio. Hemos hecho un trabajo también de reparación de ciertas situaciones de maltrato que habían dentro de la institucionalidad, que estaba quebrada. Tal vez a mí me ha servido el haber sido dirigente sindical. Yo aquí coloco, y siempre se los digo a las funcionarias y funcionarios, que siempre coloco en el trabajo y en el rol que me estoy desempeñando hoy en día funciones a la mirada ciudadana de lo que debemos otorgarle como respuesta a los requerimientos que la ciudadanía nos plantea, porque nosotros somos empleados públicos, por lo tanto, debemos responder a esas demandas. Pongo mi mirada sindical de resguardo a los derechos de los trabajadores, que siempre trato de hacer valer. Hoy día justamente nosotros estamos tratando de hacer conciliable la labor de funcionario también con la labor de padres de familia. La conciliación laboral, para mí es súper importante que los funcionarios no estén haciendo jornadas extensas de trabajo. Nosotros tenemos una dotación muy pequeña, son alrededor de 147 funcionarios a nivel nacional. El ministerio ha crecido muchísimo en responsabilidades, no así en dotación. Eso implica que los funcionarios tienen mucha sobrecarga de horas laborales. Hemos ido tratando de hacer distributivo el trabajo de forma tal que se tenga el resguardo de los funcionarios. La salud mental sin duda es súper importante para que no haya situaciones de maltrato. Hoy día con el Convenio 190 y la Ley Karin también a las instituciones les obliga a estar mucho más atento a cualquier situación que se pueda presentar, sea en el ámbito directamente del espacio laboral, pero también de trayecto. También de lo que implica muchas veces las situaciones personales que pueden tener los funcionarios y eso significa que como jefaturas nosotros debemos estar muy al pendiente, a través de los jefes de equipo, por supuesto. Por ejemplo, yo tengo reuniones semanales con los equipos de las Seremias, los viernes estoy reunida con los Seremis, todos los viernes tenemos reunión con los equipos del Ministerio de las distintas áreas. Cada una de las jefaturas se informa de cualquier situación que pueda estar viendo y la abordamos a tiempo. Creo que uno de los factores que a nosotros nos ha podido jugar muy a favor es justamente eso, involucrarse con los funcionarios, saber cuál es su realidad, saber las necesidades que tienen, saber el compromiso que ellos tienen, que ellos asumen. Días atrás, me tocó llamar a un equipo acá a la oficina para felicitarlos, y me asombró muchísimo una funcionaria, me dio los agradecimientos, por supuesto, pero me dice: «Subsecretaria, en ocho años que llevo en el ministerio, nunca había entrado a la oficina de la subsecretaría, y es primera vez que una subsecretaria nos llama para felicitarnos por el trabajo». Creo que eso es importante, valorar muchísimo el trabajo que hacen las funcionarias y funcionarios, a veces en forma súper precarizada. En regiones, por ejemplo, en Magallanes, los funcionarios van a Puerto Williams, tienen que elegir si con el viático que se da, se transportan o si tomo desayuno o almuerzo, porque con el viático que existe para los profesionales de menor grado no alcanza. Entender esa realidad de los funcionarios, entender el compromiso que eso significa de la gestión que están haciendo, valorar y agradecer, creo que también es parte de lo que los jefes de servicios deben ir haciendo. Involucrarse con los equipos, saber cómo están realizando el trabajo. A mí me lo enseñaron hace muchos años atrás, que, para poder entender bien la lógica, una fábrica, uno tiene que empezar de abajo y ahí se va conociendo toda la estructura de cómo funciona. Creo que eso es fundamental. Hemos hecho ese trabajo, hemos intentado hacerlo. Dentro de las funciones que yo tengo acá, de poder estar en la administración, como le digo a la Ministra “la administración de la casa”, yo trato de llevárselo todo lo más ordenado posible. Creo que lo hemos logrado, sin duda siempre hay roces, son personalidades distintas, son realidades y en el hacer jugar roles. Falta que empecemos a mirar cuando se ejerce la violencia, porque hoy día con la ley Karin, la violencia está demostrada que puede ser absolutamente transversal, vertical, horizontal, y hay que tener siempre todos esos resguardos, creo que al igual que como es en la formación en género. Hoy día con estas nuevas normativas, lo que tenemos que ir haciendo todos como sociedad es ir revisándonos cómo nos desarrollamos. Uno mismo tiene que revisarse. Muchas veces las líneas de mando que tenemos que dar, hay que trabajarlas, hay que abordarlas, hay que ser autocrítico. Los errores humanos se pueden cometer, pero también se tiene que tener la humildad para poder reconocer los errores. Como digo yo, a mí no se me quiebra una uña si tengo que hacer las funciones o tener que disculparme con alguien. Creo que esos son también procesos de crecimiento. Muchas veces la soberbia juega muy en contra. Hay alguien que sostiene que sólo los grandes son capaces de disculparse y eso creo que es súper importante que las autoridades también lo puedan tener en cuenta. Yo no tengo problemas, yo estoy momentáneamente en un espacio de toma de decisión, un espacio de privilegio. Ha sido un honor para mí poder estar en estos espacios. Como digo siempre, lo hago con la conciencia de que estoy representando muchísimas mujeres en Chile y que la puerta que a través de esta designación de confianza que el presidente ha hecho para mí, esta puerta quiero que se mantenga abierta para que muchas otras puedan pasar. Esa es mi claridad con la función que hago.