De acuerdo al inspector general de la policía de Jammu y Cachemira, Vidi Kumar Birdi, el ataque tuvo lugar en Baisaran, una pradera en la cima de una montaña donde los vehículos no pueden llegar a la zona donde ocurrió el tiroteo.  

Esta región del Himalaya es administrada en parte por India y Pakistán, donde varios grupos militantes nacionales exigen la independencia de Cachemira o que el área se convierta en parte de Pakistán. Sin embargo, los ataques dirigidos a los turistas son raros.

En consecuencia, la zona fue circundada para que los soldados realicen las fiscalizaciones pertinentes en los puestos de control. No obstante, los pistoleros no han sido identificados.

Según medios indios, se han organizado varias protestas para el miércoles. 

De tal manera, la Asociación de Escuelas Privadas de Jammu y Cachemira anunció que todas las escuelas privadas permanecerán cerradas al menos durante las manifestaciones.

Al respecto, el primer ministro indio, Narendra Modi, condenó el ataque y envió sus condolencias a aquellos que se habían visto afectados en una declaración publicada a X. «Los que están detrás de este acto atroz serán llevados ante la justicia… ¡no se salvarán! (…) Nuestra determinación de luchar contra el terrorismo es inquebrantable y se fortalecerá aún más» menciono.

Por otra parte, el vicepresidente de Estados Unidos, JD Vance, quien se encuentra de visita en India con su familia, también repudió el ataque. Mientras que, el presidente Trump se pronunció señalando «Oramos por las almas de los perdidos y por la recuperación de los heridos. El primer ministro Modi, y la increíble gente de la India, tienen nuestro pleno apoyo y más profunda simpatía (…)” en Truth Social.

Ante esto, el ministro de defensa de Pakistán, Khawaja Asif, negó cualquier vínculo con el ataque. «No tenemos nada que ver con esto, y no apoyamos el terrorismo en ninguna parte» indico ante un medio de comunicación paquistaní.