El jefe de las Fuerzas de Defensa Nuclear, Biológica y Química de Rusia habría recibido un ataque, considerado “terrorista” según Medvedev, en el cual explotaron un scooter al momento de salir de un bloque de viviendas en la jornada de hoy, martes 17 de diciembre, según informó el comité de investigación ruso.
“Un castigo seguro aguarda a los nazis banderistas, incluidos los principales líderes militares y políticos de un país en ruinas”, amenazó el mandatario en rueda de prensa el día de hoy, el cual se difundió por la agencia oficialista Tass.
Ucrania reconoció la autoría del asesinato, la cual difundió a través de diferentes medio europeos. Este se habría realizado al sudeste de Moscú y por esto mismo el vicepresidente ruso declaró que “los intentos de intimidar a nuestra nación, detener la ofensiva o sembrar el miedo están condenados al fracaso”.
A esto, Medvedev añadió que el ataque demuestra la “agonía” por la cual el país vecino está atravesando, según su criterio, y que luchan por “justificar su frágil existencia a los ojos de sus patrocinadores occidentales y prolongar las hostilidades letales mientras realiza ataques cobardes contra civiles en ciudades y pueblos”.
Para Ucrania, Kirillov era un “objetivo legítimo”. Así lo declararon desde Kiev a través de medios occidentales, considerándolo como “un criminal de guerra que dió órdenes de utilizar armas químicas prohibidas en contra del ejército ucraniano”. Los ucranianos denuncian que lo habrían realizado de manera sistemática, por lo menos en 4.800 ocasiones, según aseguró el servicio secreto ucraniano (SBU).
Medvedev ya había sido denunciado por Estados Unidos y Reino Unido por la utilización de armamento prohibido. Desde el Kremlin siempre negaron las acusaciones, considerándolas como “infundadas”.