Este domingo, manifestantes atacaron un hotel en la ciudad de Rotherham, Reino Unido, utilizado para alojar a migrantes que están a la espera de refugio.

El ataque fue desencadenado por el apuñalamiento de tres niñas en Southport -al noroeste de Inglaterra- a principios de la semana durante una clase de yoga.

Tras el hecho, representantes de la extrema derecha inglesa difundieron afirmaciones falsas sobre el atacante, entre ellas que este era un inmigrante, lo que fue desmentido por la policía britanica. Sin embargo, aquello derivó en las protestas contra los grupos extranjeros en el país.

El hotel Holiday Inn Express en Rotherham fue atacado por manifestantes que irrumpieron en el edificio. Los manifestantes arrojaron objetos y rociaron explosivos contra la policía durante los enfrentamientos. Según Media PA, al menos un oficial del equipo antidisturbios fue herido.

El Primer Ministro británico, Keir Starmer, condenó las protestas del fin de semana, que resultaron en al menos 147 personas arrestadas desde el sábado por la noche. Asimismo, Starmer advirtió que aquellos protestantes involucrados en hechos de violencia enfrentarán todo el peso de la ley.

“La gente en este país tiene derecho a estar segura y, sin embargo, hemos visto comunidades musulmanas atacadas, ataques a mezquitas, otras comunidades minoritarias señaladas, saludos nazis en la calle, ataques a la policía, violencia gratuita junto con retórica racista. Así que no, no voy a dejar de llamar a esto lo que es: matonismo de extrema derecha”, dijo Starmer desde Downing Street el domingo.

La agitación violenta es la peor vista desde los disturbios del 2011 en el país y llegó a apenas semanas de que el gobierno laborista de Keir Starmer llegara al poder.

Debido a la violencia ejercida en las protestas, el Ministerio del Interior anunció que las mezquitas recibirán “mayor protección con nueva seguridad de emergencia” a la luz de los recientes ataques.

Joe Mulhall, Director de Investigación de Hope Not Hate, una organización benéfica que lucha contra el racismo y el fascismo, habló con el medio CNN y afirmó: “Esta ola de disturbios y ataques racistas no están organizados centralmente, sino que ha surgido de redes descentralizadas de extrema derecha, muchas de las cuales operan en X”.