Este lunes 5 de agosto, el índice Nikkei 225 de Tokio cerró con una caída del 12.4 por ciento. Ante este suceso, el pánico en las bolsas japonesas alcanzó un nivel récord, superando la ola de ventas de marzo de 2020 durante la pandemia de Covid-19.
Jefe de estudios XTB Latam, Diego Mora, aseguró que, «las caídas en el mercado japonés se ven aceleradas por el aumento del valor del yen japonés», ya que se considera al yen como la moneda más fuerte en la actualidad, subiendo incluso entre un tres por ciento y un cinco por ciento frente a otras monedas del g10 (las 10 economías más importantes del mundo).
Asimismo, la apreciación del yen generó un cambio en las estrategias de carry trade, dado que la dinámica de inversión posibilita que esta moneda aproveche un costo reducido de financiación por unos tipos de interés excesivamente bajos y se genere un incremento en el beneficio de la inversión. Lo anterior resalta una dinámica habitual durante los últimos años, la cual se caracteriza por la disparidad entre los tipos de interés entre el Banco de Japón y la Reserva Federal de Estados Unidos, presentando así durante esta semana un incremento del diez por ciento frente al dólar estadounidense.
La reciente ventaja del yen frente al dólar se debió a dos principales factores: en primera instancia, esto se ocasionó producto de una sobrevaloración de un conjunto importante de activos atribuidos especialmente a la industria tecnológica; mientras que en la segunda instancia, se debe a la publicación de un documento estadounidense que señala el nivel más alto, en casi tres años, de desempleo en el país norteamericano.
Respecto a lo anterior, la Reserva Federal (Fed) manifestó su resistencia a disminuir las tasas de interés, lo que suscitó en los inversores la visión de una política monetaria poco flexible para prevenir una recesión económica. Por ejemplo, en los tres principales índices bursátiles de Wall Street se presentaron las siguientes cifras: Dow Jones cedió 2,4 por ciento; Nasdaq perdió 2,5 por ciento hacia las 437,38 unidades, arrastrado por la caída de los gigantes tecnológicos estadounidenses; y el S&P 500 siguió esa misma tendencia.
De igual manera, en Europa también se produjo una caída en los mercados de valores. París perdió un 1,41 por ciento; Fráncfort, un 1,89 por ciento; Milán, 2,07 por ciento; Londres, un 2,25 por ciento; Madrid, 2,5 por ciento; y Ámsterdam, un 2,63 por ciento.
Finalmente, en Chile la IPSA disminuyó en un 3,43 por ciento según el diario financiero, siendo la peor jornada desde finales de diciembre del 2021. En mayor detalle, se anunció un rendimiento negativo del 1,6 por ciento frente a las ganancias del 2024. Agregando a lo anterior, el ministro de Hacienda, Mario Marcel, afirmó que aún no existe una solución ante el mercado y que se necesita tiempo para un ajuste.
