Polonia, República Checa, Austria, Rumanía, y Hungría fueron afectadas por precipitaciones equivalentes a más de un mes, siendo una de las peores inundaciones en más de dos décadas.
Las continuas lluvias ocasionaron el desbordamiento de numerosas ramificaciones de cuerpos de aguas, tal como el Danubio, uno de los ríos más importantes de Europa que recorre y drena principalmente en los países mencionados.
Varias presas en la región colapsaron, lo que provocó el cierre de centrales eléctricas. También existieron aislamientos de población, evacuaciones e interrupciones en las comunicaciones.
En Polonia, tras la convocatoria de una reunión ministerial de emergencia por el primer ministro, Donald Tusk, se declaró el Estado de desastre natural debido a las condiciones meteorológicas extremas.
En República Checa, más de 12 mil personas han sido evacuadas en el país. Ante la situación mencionada, el primer ministro, Petr Fiala, solicitó a la población tener cuidado.
En Austria, 800 personas han sido rescatadas en helicópteros en el estado federado de Baja Austria. En detalle, dentro de las labores de emergencia han participado más de 2.400 soldados.
En Rumania, las autoridades nacionales y locales han desplegado un amplio dispositivo para rescatar y atender a las personas atrapadas. De igual manera, han instalado campamentos temporales y viviendas modulares para los afectados.
Aunque en Europa Central las condiciones serán mucho más secas a mediados de semana, la tormenta Boris se desplazará más al sur, hacia Italia, donde volverá a intensificarse con fuertes lluvias.
Ante ello, la Unión Europea señaló su disposición para intervenir, enviando ayuda humanitaria y de emergencia, tales como bombas de agua, equipos de rescate, embarcaciones, alimentos y agua a los países necesitados.