La inteligencia artificial (IA) ha sido descrita por muchos como el “último monstruo tecnológico” que amenaza el futuro, y las preocupaciones sobre su impacto ético, medioambiental y su potencial para ser usada en estafas a menudo alimenta escenarios similares a películas como Skynet o Matrix. Sin embargo, según Yann LeCun, jefe de IA en Meta (Facebook, Instagram y Whatsapp), esa visión es “una completa tontería”. En una entrevista con The Wall Street Journal, LeCun aseguró que la IA actual es “menos inteligente que un gato”, incapaz de planificar o desear algo, y mucho menos de conspirar para derrocar a la humanidad.
No obstante, esto no implica que la IA esté exenta de riesgos reales. Según recogió el sitio Fayerwayer, para LeCun, el problema más preocupante radica en el grado de confianza que la humanidad deposita en esta tecnología, otorgándole un control excesivo en decisiones críticas. La IA, al igual que cualquier tecnología, no es ni buena ni mala por sí misma; el riesgo se encuentra en cómo se utiliza y en la posibilidad de que se le permita tomar decisiones sin la debida supervisión humana.
Un ejemplo de los peligros se encontraría en los mercados bursátiles, donde el uso de máquinas para operar a velocidades mucho mayores que los humanos ha causado crisis económicas en el pasado. Otro caso histórico, durante la Guerra Fría, ilustra un problema aún más grave: un sistema de detección de misiles falló y envió una falsa alerta de ataque nuclear, lo que podría haber desencadenado un conflicto catastrófico si no hubiese sido por la intervención de un oficial humano que decidió no responder al aviso.
Lo principal no es si la IA «destruirá el mundo» por su cuenta, sino cuánto control deberíamos permitirle. LeCun sugiere que la IA debería actuar más como un »copiloto» o una »ayuda», una analogía que ha utilizado Microsoft para describir sus propios asistentes de IA. Esto sugiere que la IA debería estar allí para ayudar y complementar las decisiones humanas, sin reemplazar el juicio crítico de las personas.