La intensificación de los ataques se produce en medio de una operación terrestre y aérea centrada principalmente en la ciudad de Rafah, al sur de Gaza.
Entre las víctimas se encuentran numerosos civiles, incluidos mujeres y niños, lo que ha generado una creciente alarma internacional por el impacto humanitario del conflicto.
Tras esto, organizaciones como la ONU y la Cruz Roja han advertido sobre el riesgo de una catástrofe, el secretario general de la ONU, António Guterres, hizo un llamado a “un alto al fuego permanente, ahora”.
Mientras tanto, las negociaciones para un posible alto el fuego siguen estancadas en Catar, sin señales claras de avance.