El comercio informal da un paso hacia la formalización: con la nueva Ley 21.745, los feriantes de todo Chile estarán obligados a inscribirse en el Servicio de Impuestos Internos (SII) y aceptar pagos electrónicos, en un intento del Gobierno por modernizar y regular un sector históricamente fuera del sistema tributario.

El pasado 22 de mayo el Gobierno de Chile promulgó la Ley 21.745, que establece un nuevo régimen tributario para feriantes de ferias libres, obligándolos a inscribirse en el Servicio de Impuestos Internos (SII) y a habilitar pagos electrónicos como método de transacción. La normativa fue publicada en el Diario Oficial y afecta a personas naturales que vendan bienes en ferias, con el objetivo de formalizar y modernizar este sector del comercio informal.La Ley 21.745crea un régimen especial de tributación con una tasa única del 1,5% sobre las ventas realizadas por medios electrónicos a través de sistemas autorizados, como máquinas POS.

Para acogerse, los feriantes deberán contar con un permiso municipal vigente e inscribirse en el SII bajo el giro exclusivo de ferias libres. Además, se aclara que pueden realizar otras actividades económicas, siempre que no estén afectas a este impuesto.Uno de los beneficios que ofrece la ley es que los contribuyentes quedarán liberados de presentar declaraciones de impuestos y de llevar contabilidad formal. No obstante, no podrán acogerse al régimen simplificado general del IVA. Según el artículo 35 J, los feriantes que se adhieran al nuevo sistema “quedarán liberados de presentar todo tipo de declaración de impuestos respecto de los hechos gravados por esta ley”.

En cuanto al impuesto, el artículo 35 K indica que la tasa del 1,5% se aplicará exclusivamente sobre aquellas ventas pagadas electrónicamente, dejando fuera las transacciones en efectivo. Además, la normativa señala que estos comerciantes no podrán acceder a créditos fiscales por compras realizadas.

Con esta medida, el gobierno busca ordenar y regularizar una parte importante del comercio informal, promoviendo el uso de tecnologías de pago y aumentando la trazabilidad de las ventas.

Sin embargo, algunos sectores feriantes han manifestado dudas respecto a la implementación práctica de la ley, especialmente en cuanto a los costos de incorporar sistemas electrónicos y la pérdida de beneficios fiscales asociados.