Las protestas comenzaron el día viernes en respuesta al arresto federal de al menos 44 individuos durante operativos en centros de trabajo en el estado. Al respecto, la alcaldesa de Los Ángeles, Karen Bass señaló que “si las redadas migratorias no hubieran ocurrido aquí el viernes, no habríamos tenido el caos que se produjo anoche».
Asimismo, denunció que el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) no notificó a las autoridades locales sobre los operativos, lo que dificultó una respuesta rápida a las protestas.
Por su parte, el gobernador de California Gavin Newsom, calificó el despliegue federal como «ilegal, inmoral e inconstitucional», y declaró en sus redes sociales que California presentará una demanda contra la administración Trump.
El presidente Trump arremetió contra el gobernador Newsom, y la alcaldesa Bass, clasificándolos de incompetentes. Por tanto, defendió su decisión de desplegar la Guardia Nacional afirmando que “si no lo hubiéramos hecho, Los Ángeles habría quedado completamente arrasada”, aseguró en su red Truth Social.
En la misma línea, el encargado de la política migratoria o “zar de la frontera” Tom human, aclaró que no pidió el arresto del gobernador Newsom, pero advirtió que cualquier persona que interfiera con las operaciones federales podría enfrentar consecuencias legales. “Nadie está por encima de la ley”, afirmó.
Mientras tanto, la tensión crece y el centro de Los Ángeles ha sido declarado zona de reunión ilegal. La policía, en conjunto con la Guardia Nacional, y apoyada por vehículos blindados, utiliza gases lacrimógenos y granadas aturdidoras para dispersar a los manifestantes. Entre ellos, la corresponsal Australiana Lauren Tomasi fue atacada con una bala de goma directamente por un policía, lo que fue captado en video.
El fin de semana dejó decenas de arrestos, vehículos incendiados y actos de vandalismo, aunque las autoridades insisten en que la violencia se ha concentrado en áreas limitadas. El jefe del Departamento de Policía de Los Ángeles, Jim McDonnell, señaló que “cuando veo a quienes cometen actos violentos, no son las personas que vemos durante el día ejerciendo legítimamente su derecho a expresar sus opiniones sobre el tema de la aplicación de la ley migratoria”.
Finalmente, la presidenta de México, Claudia Sheinbaum, hizo un llamado este lunes a las autoridades estadounidenses para que “todos los procedimientos migratorios se realicen con apego al debido proceso en un marco de respeto a la dignidad humana y al Estado de derecho”.